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Experiencias de narrativa personalizada: Algunos juegos ofrecen historias ramificadas o decisiones morales que permiten a los jugadores moldear la historia y los eventos dentro del juego según sus propias elecciones. Esto puede llevar a una reflexión sobre sus propios valores y creencias, lo que contribuye a su identidad personal.
Desarrollo de habilidades y logros personales: Al progresar en un juego, los jugadores pueden enfrentarse a desafíos que requieren habilidades específicas y estrategias para superar. El éxito en estos desafíos puede aumentar la autoestima y la confianza en sí mismos, contribuyendo así a su identidad.