El hecho de que Prometeo robara el fuego para dárselo a los hombres fue un evento muy importante en la mitología griega. Se dice que, gracias a este acto de insubordinación, los hombres pudieron sobrevivir en la Tierra, ya que el fuego les proporcionó protección contra el frío, así como la capacidad de cocinar y preparar comida, lo que les permitió mejorar la forma en la que se alimentaban. Además, el fuego también les proporcionó luz y calor, lo que les permitió vivir en lugares más fríos y más oscuros.
Sin embargo, a lo largo de la historia, la relación entre los dioses y los hombres se había tensionado debido a diferentes eventos y el robo del fuego por parte de Prometeo fue el que finalmente desató la guerra entre dioses y humanos, que se conoce como la Guerra de Titanes.
