La exposición prolongada a los rayos X puede tener varios efectos adversos en el cuerpo humano, incluyendo:
1. Daño celular: Los rayos X pueden causar daño directo al ADN y a las células, lo que aumenta el riesgo de mutaciones y cáncer.
2. Radiación acumulativa: Aunque las dosis de radiación de los rayos X son generalmente bajas, la exposición repetida a lo largo del tiempo puede acumularse y aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con la radiación.
3. Problemas de salud: La exposición prolongada a los rayos X puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas, enfermedades cardíacas y trastornos de la tiroides, entre otros problemas de salud.
4. Riesgos para el personal médico: Los profesionales de la salud que trabajan con equipos de rayos X también enfrentan riesgos de exposición crónica, lo que puede aumentar su riesgo de desarrollar problemas de salud relacionados con la radiación.
En resumen, la exposición prolongada a los rayos X puede aumentar el riesgo de diversos problemas de salud, incluyendo cáncer y otros trastornos, tanto para los pacientes como para el personal médico. Por lo tanto, es importante limitar la exposición a los rayos X a niveles seguros y seguir las pautas de seguridad radiológica adecuadas.
