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Llegué muy temprano a la ciudad de Junín, me preparé el desayuno, lo tomé y me dirigí al mercado. Ahí adquirí algunos productos de panllevar.
Unas horas más tarde me preparé el almuerzo y, antes de comer, me lavé el cabello y me maquillé el otro para intentar el taller de alfabetización. Ya en la noche reflexioné sobre mi trabajo y me sentí feliz de haber compartido una linda experiencia con personas adultas muy empáticas.
Ahora, escribe un eslogan para difundir el taller de alfabetización:
"¡Aprender a leer y escribir, un paso hacia el futuro!"