Explicación:
Las plantas no "saben" en qué estación se encuentran en el sentido consciente como lo hacen los seres humanos. Sin embargo, responden a los cambios estacionales mediante una serie de mecanismos biológicos, como la percepción de la duración del día y la temperatura, que influyen en su crecimiento, floración y otros procesos fisiológicos. Esto se debe a la presencia de estructuras especializadas y procesos bioquímicos que les permiten detectar y responder a las señales ambientales. Por ejemplo, la disminución de la duración del día y la temperatura más fría pueden desencadenar respuestas que preparan a la planta para el invierno, como la caída de hojas en árboles caducifolios.
