Respuesta :

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En un tiempo olvidado, antes de que la luz del sol tocara la tierra y las sombras gobernaran el mundo, existía un reino envuelto en una eterna penumbra. En este reino, los colores habían sido robados por un ser malévolo conocido como Cazador de Sombras, quien los encerró en un cofre de obsidiana, oculto en lo más profundo de su fortaleza tenebrosa. Las criaturas del reino vivían en desesperanza, añorando los colores que una vez conocieron. Pero entre ellas, había una valiente guerrera, Araceli, cuyo corazón ardía con la pasión de los colores perdidos.

Araceli emprendió una peligrosa travesía a través de bosques susurrantes y montañas que gemían con el viento, enfrentando criaturas de pesadilla y superando pruebas que helaban el alma. Su determinación era tan fuerte como el acero de su espada y tan pura como su espíritu indomable. Finalmente, llegó a la fortaleza del Cazador de Sombras, un lugar donde la luz se extinguía y el aire se llenaba de susurros malignos.

Con cada paso que daba dentro de la fortaleza, Araceli sentía cómo la oscuridad intentaba apoderarse de su corazón, pero su voluntad era inquebrantable. Luchó contra el Cazador de Sombras en una batalla épica que resonó a través de los confines del reino. Con un golpe certero, rompió el cofre de obsidiana y liberó los colores que se esparcieron por el cielo, creando el primer arcoíris.

El arcoíris se convirtió en un símbolo de esperanza y valentía, recordando a todos en el reino que incluso en la más profunda oscuridad, la luz puede surgir y triunfar. Y aunque Araceli desapareció después de la batalla, su leyenda vive cada vez que el arcoíris corta el cielo, un recordatorio eterno de que la oscuridad nunca prevalecerá mientras haya corazones valientes dispuestos a luchar por la luz.

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