Respuesta :

Respuesta:

La idea de que la energía se degrade mientras se conserva puede parecer contradictoria a primera vista, pero en realidad no lo es. Esta idea se basa en dos conceptos fundamentales: la conservación de la energía y la segunda ley de la termodinámica.

La conservación de la energía establece que la energía total en un sistema cerrado permanece constante con el tiempo. Esto significa que la energía no puede ser creada ni destruida, solo transformada de una forma a otra.

Por otro lado, la segunda ley de la termodinámica establece que en cualquier proceso, la entropía total de un sistema y su entorno siempre aumenta. La entropía se refiere al grado de desorden o aleatoriedad en un sistema. En resumen, la segunda ley dice que los sistemas tienden hacia un estado de mayor desorden con el tiempo.

Entonces, ¿cómo conciliar la conservación de la energía con la degradación de la energía? La respuesta está en cómo la energía se transforma. Cuando la energía se convierte de una forma a otra, parte de ella se disipa en forma de calor u otras formas de energía de menor calidad, aumentando la entropía del sistema. Esta energía "degradada" no se pierde realmente, pero se vuelve menos útil para realizar trabajo.

Por lo tanto, mientras la cantidad total de energía en el universo se conserva, la calidad de la energía disponible para hacer trabajo disminuye con el tiempo debido a la degradación y dispersión de la energía en formas menos útiles. No hay contradicción entre la conservación de la energía y su degradación, sino más bien una compleja interacción entre estos dos principios fundamentales de la física.