Respuesta :

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Había una vez en un pequeño pueblo perdido entre montañas, un viejo relojero llamado Ernesto. Ernesto era conocido por su habilidad para arreglar cualquier tipo de reloj, desde los más antiguos hasta los más modernos. Sin embargo, lo que la gente no sabía era que Ernesto guardaba un secreto: poseía un reloj mágico.

Este reloj, heredado de generación en generación, tenía el poder de detener el tiempo por un breve instante. Ernesto lo utilizaba con sabiduría y discreción, solo cuando era absolutamente necesario. Un día, mientras arreglaba un reloj de péndulo antiguo, un ladrón irrumpió en su tienda y amenazó con llevarse todas sus posesiones.

Sin dudarlo, Ernesto activó el reloj mágico, deteniendo el tiempo por completo. Con astucia, logró desarmar al ladrón y llevarlo ante las autoridades. Desde ese día, Ernesto fue aún más respetado en el pueblo, aunque nunca reveló su secreto.

El reloj mágico siguió en manos de Ernesto, esperando el momento adecuado para ser usado nuevamente y proteger a aquellos que lo necesitaran. Y así, la leyenda del relojero que detenía el tiempo se extendió por todo el valle, convirtiendo a Ernesto en un héroe entre los habitantes del pueblo.

Explicación:

¡¡¡ESPERO TE SIRVA!!!

¡SUERTE EN TU EXAMEN!