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La situación migratoria entre México y Estados Unidos es un tema complejo que involucra diversas políticas, desafíos humanitarios y consideraciones de seguridad. La disminución de los flujos migratorios en la frontera entre ambos países puede ser resultado de las estrictas medidas implementadas por México, sin embargo, como se menciona en el artículo, estas acciones no resuelven el problema migratorio en su totalidad.
Es importante reconocer que la migración ilegal sigue siendo un desafío significativo, y muchas personas que emprenden este viaje tienen la esperanza de poder establecerse en Estados Unidos a pesar de las barreras legales. A largo plazo, la existencia de una frontera más segura puede influir en la decisión de las personas que contemplan migrar hacia Estados Unidos, ya que el cálculo de riesgo y probabilidad de éxito juega un papel crucial en sus decisiones.
Es fundamental abordar esta compleja problemática desde una perspectiva integral, considerando no solo medidas de seguridad fronteriza, sino también enfoques humanitarios, cooperación internacional y políticas que aborden las causas subyacentes de la migración. El diálogo constructivo y la colaboración entre México y Estados Unidos, así como con otros actores internacionales, son clave para abordar este desafío de manera efectiva y respetuosa hacia los derechos humanos.