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El acoso psicológico o físico constante al que se somete a una persona es una situación muy seria y perjudicial. El acoso psicológico, también conocido como acoso moral o acoso laboral, implica comportamientos hostiles, humillantes o intimidatorios que tienen como objetivo causar daño psicológico a la víctima. Por otro lado, el acoso físico implica agresiones físicas repetidas que pueden causar lesiones y traumas tanto físicos como emocionales.

Ambas formas de acoso son inaceptables y pueden tener graves consecuencias para la salud mental y física de la persona afectada. Es importante buscar ayuda y apoyo en estas situaciones, ya sea a través de familiares, amigos, profesionales de la salud mental o recursos especializados en la prevención del acoso.

Si conoces a alguien que esté experimentando alguna forma de acoso, es fundamental brindarle tu apoyo y alentarla a buscar ayuda. El bienestar y la seguridad de cada persona son fundamentales y deben ser protegidos.