En la tormenta, la lluvia cae, pero tras ella, el sol brilla en su esplendor. No hay mal que por bien no venga, la calma siempre llega al corazón.
Cuando la tristeza nos abruma, una canción alegre puede consolar. El amor y la amistad nos acompañan, y nos ayudan a superar cualquier pesar.
En medio de la oscuridad más profunda, una luz brillante siempre aparecerá. No importa cuán difícil pueda parecer, siempre hay esperanza en el horizonte.
Si las lágrimas caen sin cesar, no olvides que la risa vendrá después. La vida es un ciclo de altibajos, y en cada caída hay una oportunidad de renacer.
Aunque el dolor nos embargue, sabemos que el tiempo lo curará. Con amor y paciencia como aliados, la herida sanará y la alegría regresará.
