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La Doctrina Social de la Iglesia es ahora la teología moral social de la Iglesia. Su fundamento y fuente se basan en la concepción del hombre como ser abierto a la llamada creadora de un Dios trinitario y no tanto en una concepción metafísica de lo que es Dios, o a una determinada filosofía política.
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Origen de la Doctrina Social de la Iglesia
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) es un conjunto de enseñanzas que la Iglesia Católica ofrece para orientar a los cristianos en su participación en la vida social. Se basa en el Evangelio, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, y busca promover la dignidad humana, la justicia social y el bien común.
Raíces históricas: Aunque la DSI se sistematizó en el siglo XIX, sus raíces se encuentran en los primeros siglos del cristianismo. Las enseñanzas de Jesús sobre el amor al prójimo, la justicia y la compasión han inspirado a los cristianos a lo largo de la historia a trabajar por un mundo más justo y equitativo.
Factores que influyeron en su desarrollo:
Revolución Industrial: La Revolución Industrial del siglo XIX trajo consigo grandes cambios sociales y económicos que generaron pobreza, desigualdad y sufrimiento para muchos trabajadores. La Iglesia se sintió llamada a responder a estos desafíos y a defender los derechos de los trabajadores.
Encíclica Rerum Novarum (1891): Esta encíclica del Papa León XIII se considera el punto de partida oficial de la DSI. En ella, el Papa condenó los abusos del capitalismo liberal y propuso soluciones basadas en la justicia social y la solidaridad.
Siglo XX: El siglo XX estuvo marcado por dos guerras mundiales, la expansión del comunismo y el surgimiento de nuevos movimientos sociales. La Iglesia continuó desarrollando la DSI para abordar estos desafíos y defender la dignidad humana en un mundo cambiante.
Papas importantes en la evolución
Juan XXIII: Su encíclica Pacem in Terris (1963) marcó un nuevo énfasis en el diálogo y la cooperación interreligiosa para promover la paz y el desarrollo.
Pablo VI: Su encíclica Populorum Progressio (1967) abordó temas como el desarrollo económico, la justicia social y la participación de los pobres en la toma de decisiones.
Juan Pablo II: Escribió numerosas encíclicas y discursos sobre temas sociales, incluyendo el trabajo, la economía, la familia, la bioética y la ecología.
Francisco: Su encíclica Laudato si' (2015) es una reflexión sobre el cuidado de la casa común y la lucha contra el cambio climático.
Temas principales
Dignidad humana: Todos los seres humanos tienen una dignidad intrínseca por ser creados a imagen y semejanza de Dios.
Derechos humanos: La Iglesia defiende los derechos humanos fundamentales, como el derecho a la vida, la libertad, la justicia y la paz.
Justicia social: La Iglesia busca promover una sociedad justa y equitativa donde todos tengan acceso a los recursos y oportunidades que necesitan para prosperar.
Bien común: El bien común se refiere al bienestar de todos los miembros de la sociedad. La Iglesia anima a los cristianos a trabajar por el bien común a través de la participación en la vida social, política y económica.
Opción preferencial por los pobres: La Iglesia tiene una especial preocupación por los pobres y marginados, y los invita a participar plenamente en la vida de la sociedad.
Solidaridad: La solidaridad es el principio de unidad y cooperación entre todos los miembros de la sociedad. La Iglesia anima a los cristianos a practicar la solidaridad con los más necesitados.
Evolución a lo largo del tiempo: La DSI ha evolucionado a lo largo del tiempo para responder a los nuevos desafíos y oportunidades que enfrenta la humanidad. Algunos de los hitos más importantes en esta evolución incluyen:
Concilio Vaticano II (1962-1965): El Concilio Vaticano II renovó el énfasis de la Iglesia en la participación en el mundo moderno y sentó las bases para un mayor desarrollo de la DSI.
Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano: Estas conferencias han sido importantes para el desarrollo de la DSI en el contexto de América Latina.
Aparecimiento de nuevos movimientos sociales: La Iglesia ha dialogado con nuevos movimientos sociales como el movimiento feminista, el movimiento ecologista y el movimiento por los derechos humanos, y ha incorporado sus aportes a la DSI.
Importancia de la DSI:
La DSI es una herramienta importante para que los cristianos participen en la construcción de un mundo más justo y equitativo. Ofrece una guía moral y ética para abordar los desafíos sociales de nuestro tiempo, y promueve valores como la dignidad humana, la solidaridad y el bien común.
Explicación: