Respuesta :

Explicación:

El nivel bucal de una fractura ósea, especialmente en el contexto de la cavidad oral y la mandíbula, puede verse afectado de varias maneras:

1. Desplazamiento de Fragmentos Óseos: Una fractura ósea en la mandíbula puede causar el desplazamiento de fragmentos óseos, lo que puede alterar la alineación de los dientes y afectar la mordida (oclusión).

2. Movilidad Dental: Si la fractura afecta la mandíbula cerca de las raíces de los dientes, puede comprometer la estabilidad de los dientes, haciéndolos móviles.

3. Dolor y Disfunción: Las fracturas mandibulares pueden causar dolor significativo, lo que dificulta las funciones bucales como masticar, hablar y abrir la boca.

4. Infección: Las fracturas expuestas al medio bucal pueden ser propensas a infecciones debido a la presencia de bacterias en la cavidad oral.

5. Compromiso del Nervio Alveolar Inferior: Las fracturas en la mandíbula inferior pueden dañar el nervio alveolar inferior, causando entumecimiento o pérdida de sensibilidad en los labios, la barbilla y los dientes.

6. Asimetría Facial: La fractura puede llevar a una deformidad visible en la cara, afectando la estética facial.

7. Problemas Temporomandibulares: Las fracturas mandibulares pueden desestabilizar la articulación temporomandibular (ATM), lo que puede causar dolor y disfunción de la mandíbula a largo plazo.

El tratamiento de una fractura ósea en la mandíbula generalmente incluye la inmovilización de los fragmentos mediante fijación interna (placas y tornillos) o técnicas de fijación maxilomandibular (como el uso de alambres). Además, puede requerir cuidados adicionales como antibióticos para prevenir infecciones y seguimiento con un cirujano maxilofacial.