Hay dos tipos de narradores internos: el protagonista y el testigo. Ejemplo de un narrador protagonista:
"Yo no prestaba atención. No podía dejar de pensar en lo difícil que debía ser lo que ella estaba atravesando. Pensaba en que si me pasara a mí, lo hubiese manejado de otra manera. Una muy diferente. Pero no podía saber eso tampoco, porque realmente no estaba allí, en sus zapatos..."
Por otro lado, hay tres tipos de narradores externos: objetivo, subjetivo y omnisciente. Ejemplo de narrador omnisciente:
"Simon vio cómo Rubinstein alargaba la mano para sujetar la mano de su amiga y darle un pequeño apretón de aliento. Pensó que debería decir algo, pero no se le ocurrió nada..."
