Di qué propiedad de la coherencia no tienen estos no-textos. ¿Hay alguno que pudiera ser aceptable
si imaginamos para él una situación comunicativa real?
a) Camarero, póngame dos zapatos con mucha sal, por favor.
b) Juan salió a comprar el periódico y su madre lloró durante años.
c) Por quererte me duele hasta el corazón y el sombrero.
e) Encantado de conocerle. ¿Es usted siempre tan feo?