Durante la era de los descubrimientos y la expansión comercial, varias naves comerciaban en el Océano Atlántico y el Océano Pacífico. En el Atlántico, las principales naves comerciales eran carracas, carabelas y galeones. Las carracas, grandes y robustas, eran utilizadas principalmente por los españoles y portugueses para el comercio transatlántico y para transportar mercancías desde América hacia Europa. Las carabelas, más pequeñas y ágiles, eran utilizadas por exploradores y comerciantes para realizar viajes de descubrimiento y exploración en el Atlántico. Los galeones, grandes y armados, eran usados principalmente por España para el comercio y para transportar tesoros desde América hacia Europa.
En el Pacífico, las principales naves comerciales eran los galeones de Manila. Estos galeones eran enormes barcos españoles que realizaban la ruta entre Manila (en las Filipinas) y Acapulco (en México), transportando mercancías como seda, porcelana y especias desde Asia hacia América y luego hacia Europa. Esta ruta comercial, conocida como el Galeón de Manila, fue una de las más importantes en la historia del comercio mundial y conectó el Pacífico con el Atlántico a través de América.
